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Determina con precisión cuánto tiempo tu producto mantiene sus propiedades óptimas. Realizamos análisis microbiológicos, físico-químicos y sensoriales para definir su vida útil y asegurar el cumplimiento normativo.
¿Sabes cuánto tiempo tu producto mantiene sus propiedades en condiciones óptimas? Determinar la vida útil de un alimento es clave para garantizar su seguridad, calidad y cumplimiento normativo. En nuestro laboratorio realizamos estudios de vida útil mediante análisis microbiológicos, físico-químicos y sensoriales, ayudándote a definir la fecha de caducidad o consumo preferente con total precisión.
Un estudio de vida útil es un análisis que determina el tiempo durante el cual un alimento mantiene sus características de calidad, seguridad y propiedades sensoriales en condiciones de almacenamiento específicas.
Este proceso evalúa factores como el crecimiento microbiológico, cambios físico-químicos y alteraciones organolépticas (sabor, textura, olor y apariencia) para establecer con precisión la fecha de caducidad o consumo preferente.
Realizar estos estudios es esencial para cumplir con normativas de seguridad alimentaria, garantizar la satisfacción del consumidor y evitar riesgos asociados a productos en mal estado.
Realizar un estudio de vida útil en alimentos aporta múltiples ventajas tanto para la seguridad del producto como para su comercialización. Algunos de los principales beneficios son:
¿Necesitas determinar la vida útil de tu producto con precisión y cumplir con la normativa de seguridad alimentaria? En nuestro laboratorio realizamos análisis exhaustivos para garantizar la calidad, estabilidad y seguridad de los alimentos.
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Realizar un estudio de vida útil es clave para garantizar la seguridad alimentaria, calidad del producto y cumplimiento normativo. Este análisis permite determinar con precisión el tiempo durante el cual un alimento mantiene sus propiedades en condiciones óptimas, evitando riesgos para la salud del consumidor y optimizando la comercialización.
Un etiquetado preciso con una fecha de caducidad validada no solo minimiza riesgos sanitarios, sino que también genera confianza en el consumidor y refuerza la credibilidad de la marca en el mercado. En definitiva, realizar un estudio de vida útil no es sólo una exigencia regulatoria, sino una inversión en calidad, seguridad y competitividad.
Para determinar la vida útil de un alimento, seguimos un protocolo riguroso basado en análisis científicos y normativas de seguridad alimentaria. Nuestro proceso incluye las siguientes fases:
Se establecen los parámetros a evaluar según el tipo de alimento, condiciones de almacenamiento y normativa aplicable.
Se analizan microorganismos indicadores, posibles patógenos, pH, actividad de agua, rancidez, oxidación y otros factores que afectan la estabilidad del producto.
Se realizan controles periódicos para evaluar cambios en sabor, textura, color y aroma, determinando el impacto del tiempo en la calidad del alimento.
Con los resultados obtenidos, se establece la fecha de caducidad o consumo preferente, asegurando el cumplimiento normativo y la seguridad del consumidor.